domingo, 15 de mayo de 2016

Reflexión - Alguien que está en lugar de algo.

   Invirtiendo el recorrido de "algo está en lugar de alguien" hacia "alguien está en lugar de algo" nos trae a un nuevo desafío de entender otro aspecto de la fotografía y su modus operandi. Para describir ese "algo" es importante expandir las fronteras hacia la abstracción, ya que dicho algo puede ser un campo conceptual, una causa, un ideal, una virtud, un adjetivo y así se pueden mencionar varios ejemplos. 
   Ya sea con un propósito o de modo casual, los retratos transmiten varias cosas pero siempre va a haber un "algo" o algunos "algos" que van a predominar. Allí nos damos cuenta qué tan lejos nos puede llevar la imagen al concepto transmitido. Lo que más me interesó de la teórica fueron los ejemplos de Hitler y Lincoln. En el primer caso, lo que instantaneamente  surgió al ver esas imágenes de él posando, fue gracia. Quizás porque Hitler tiene demasiada connotación y ya nuestra mirada está entrenada hacia cierto aspecto. Pero si tenemos que apuntar algo, es que las imágenes esas generan mas bien una sensación de exageración, alejada de ideas de líder indiscutido. Me surge acá la pregunta de cuánto influye la naturalidad en los retratos. Yo creo que se trata de una complicidad directa o indirecta entre el fotógrafo y la persona a ser retratada. Si bien en la mayoría de los casos puede contribuir la naturalidad de la persona a transmitir un mensaje en una imagen, hay veces en que esta complicidad mencionada puede interactuar y mostrar grandes retratos. Cuando digo grandes retratos me refiero a que nos guían a una "algo" bien marcado. Y acá llega la hora de Lincoln y su retrato que le fue sumamente útil para su campaña en la política. Tanto el fotógrafo como él, logran una química en la que pueden captar un claro mensaje de manera gráfica. Acá Lincoln está lejos de ser pasivo, porque está en plena actuación. Si sigo analizando estos aspectos me tendré que meter de lleno en la propaganda política que es otro mundo aparte, aunque muy interesante también. Pero haciendo un breve comentario, el poder del retrato es muy fuerte y la imagen política es un ejemplo bastante claro, y no es casual que todos los políticos tengan a sus asesores de imagen. Porque saben que en cada afiche, cada ciudadano va hacer una interpretación desde "que cara de chorro tiene este" hasta "quiero este tipo serio para que lleve adelante el país" , etc. Tan amplio son los destinatarios que en USA, una niña de 12 años le mandó una carta a Lincoln pidiéndole que se deje la barba y él le hizo caso. Para poner un ejemplo de la no sincronización, sería el retrato de Borges en el cual el fotógrafo no quedó satisfecho con su resultado. 
   Para concluir, un retrato se trata de una relación entre el fotógrafo y la persona a retratar, que no necesariamente es directa, pero siempre hay un vínculo. 




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